“Todo empieza y todo acaba en ti” ISMAEL SERRANO
Esta
es la canción que abre mi nuevo trabajo. Un trabajo intenso y
emocionante en el que, como dice la canción, renacido, creo en mi.
Creo que en este disco están todas mis referencias. Desde los
cantautores tradicionales (Serrat, Silvio, Sabina) hasta los más
contemporáneos (Damien Rice, Glen Hansard). Quizá esta canción se acerca
más a estos últimos. Las canciones crecen, se abren y se encogen, como el pecho en la risa o en el llanto.
La verdad es que estoy emocionado leyendo los primeros comentarios
suscitados por el estreno. Y nervioso, porque ahora la piel de esta
nueva criatura queda expuesta al frío de la intemperie y sus arañazos.
Pero también a las caricias.
Será difícil que encontréis esta
canción en las radios convencionales musicales. Estas han decidido que
los cantautores no caben en su fórmula radiofónica. Al parecer
despistan. O exigen demasiada concentración. Qué se yo. Así están las
cosas
El caso es que su difusión depende de vosotros. Así que gracias de antemano por el apoyo.
En “Todo empieza y todo acaba en ti” escucharéis las olas de las playas
de Imbassaí donde Robinson encontró aquellas huellas que le salvaron la
vida. Un bandoneón lamentando tanta distancia. Charangos que bailan
entre los ritmos colombianos y la murga que celebra tu llegada. Cuerdas
meciendo mi guitarra para hacer más llevadera la espera. Homenajes a los
movimientos ciudadanos que, indignados, exigen un cambio en la
sensibilidad política. Las voces de un coro de niños de un Conservatorio
de Ramallah, en Palestina y el canto de su pueblo. Guitarras eléctricas
maldiciendo la suerte de tantas Evas que sueñan con ser Lilith. Y
canciones recuperadas, salvadas del corredor de la muerte, allá donde
condenamos el recuerdo de los que antes compartieron contigo los
delirios de la carne.
Todo esto y un buen pedazo de mi corazón. Palpitante. Incandescente como una brasa olvidada.
En fin. Qué nervios. Ya ves, qué tontería. Cómo si fuera la primera vez. ¡Diablos, lo parece!
Espero estar a la altura de las expectativas, si las hubiera. Gracias mil y otros tantos abrazos.
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