BIOGRAFIAS





SILVIO RODRIGUEZ DOMINGUEZ


“ZURRON DEL APRENDIZ” Sitio oficial de Silvio Rodriguez

Saludos a todos:
Siempre se me han acercado personas interesadas en textos, datos, información de distinta índole. Este zurrón pretende ser una fuente segura de la que se pueda beber de primera mano.
Hemos empezado por publicar las letras de mi discografía. Iremos agregando canciones inéditas, otros textos, quizá otros tipos de canciones. También hemos puesto una biografía, algunas entrevistas y fotos. Nuestra intención es que el zurrón vaya creciendo en estas y otras direcciones.
Este día es el primero sólo para algunas cosas. Quiero empezarlo agradeciendo a los que han hecho posible que hayamos llegado hasta aquí; a los que, desde hace años, son compiladores y organizadores de mi trabajo: María, Núñez, Lucy, Mirtha, Ana Lourdes, Jorge, Gerardo, Rafaelito y Javier. También a los responsables de Ojalá, el estudio de grabación: Juan Mario, Olimpia, Ernesto y Allan. A las imprescindibles Marina y Caridad. A Ramón, Rafael, Argelio y Rey. Por último, y por primeros, a Manuel Alejandro y Patricia, hechiceros del éter, que encantan los ordenadores traduciendo la información a los misteriosos códigos del ciberespacio.
Gracias, muchas gracias a todas y todos. Sé muy bien que sin ustedes este zurrón fuera más flaco y este aprendiz más lerdo.   


Silvio Rodríguez Domínguez 
                                                                       9 de mayo de 2011 

 
Silvio Rodríguez Domínguez ―San Antonio de los Baños, Habana (hoy provincia de Artemisa), 1946―. Trovador y dibujante.
Desde 1952 reside en La Habana. En 1955 recibió clases de piano de Margarita Pérez Picó. En 1961 fue uno de los 100 mil jóvenes que integraron las brigadas “Conrado Benítez” y se fueron al campo a alfabetizar. El 15 de abril de ese año, tras el bombardeo a los aeropuertos, preludio del ataque por Bahía de Cochinos, se inscribió en las milicias estudiantiles.

En 1962 se inició como aprendiz y dibujante en el semanario Mella, donde tuvo como maestro a Virgilio Martínez. Allí, jugando, compuso su primera canción: “El rock de los fantasmas”. En 1963 recibió clases de piano de Amelia Frades y matriculó en la Academia de Artes Plásticas “San Alejandro”.

En marzo de 1964 fue llamado a filas por el Servicio Militar Obligatorio. Allí, en sus momentos libres, empezó a tocar la guitarra y a componer canciones con regularidad; entonces también se presentó en los Festivales de Aficionados de las FAR. Fue dado de baja el 12 de junio de 1967. Semanas antes había conocido a Mario Romeu, pianista y director de orquesta, quien el martes 13 de junio lo presentó en el programa televisivo “Música y Estrellas”, cantando “Sueño del colgado y la tierra” y “Quédate”.

Poco después, a propuesta de Juan Vilar, se vio inaugurando y conduciendo un programa llamado “Mientras Tanto”, como otra de sus canciones.
En julio de 1967 fue invitado por los poetas de El Caimán Barbudo, amigos desde el semanario Mella, a un recital en homenaje a la trovadora Teresita Fernández.
 
En febrero de 1968, Haydee Santamaría lo invitó a cantar en la Casa de las Américas, donde compartió con Noel Nicola, Pablo Milanés, Martín Rojas, Eduardo Ramos y Vicente Feliú el concierto fundacional de la nueva trova, de la que fue uno de sus guías.

Entre 1969 y 1970 viajó por las costas de África en varios barcos de pesca, en los que compuso 62 canciones. A su regreso hizo tres recitales en la sala de teatro Hubert D’ Blanck, colmada de jóvenes. A propuesta de Alfredo Guevara, fue uno de los fundadores del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, que se especializó en la banda sonora del cine y recibió clases de Leo Brouwer, Juan Elósegui y Federico Smith.

 En 1976, cuando la Sudáfrica del apartheid invadió a Angola, recorrió dos veces los frentes de combate, cantándoles a las tropas cubanas y angoleñas.

A partir de 1977 viajó intensamente por toda América y Europa. Hizo giras y grabó con los grupos Afrocuba, Irakere y Diákara. Colaboró con la Camerata Brindis de Salas y con la Orquesta Sinfónica Nacional.
Silvio Rodríguez ha compuesto música y letra de cientos de canciones. Posee una amplia discografía. Ha musicalizado filmes, teleseries y piezas de teatro.
 
Ha recibido numerosos premios y condecoraciones. Sus canciones han sido traducidas al francés, italiano, alemán, inglés, portugués, guaraní, ruso, chino, japonés, coreano, sueco y catalán.
Ha publicado dos libros: “Canciones del mar” (Ojalá ediciones, 1996) y “Cancionero” (Ojalá ediciones, 2008).
En la década de los 90 alentó y contribuyó a la construcción de los estudios de grabación “Abdala” y “Ojalá”, en La Habana, y el “Eusebio Delfín”, en Cienfuegos.

En 1993 fue elegido Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, de la que se retiró en 2008. En 1997 fue nombrado Artista UNESCO por la Paz. En 2004 recibió el Premio Nacional de Música; en 2006 el Premio Latino por toda una vida, de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música de España.

En 2007 la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, Perú ―la más antigua de América― le confirió el título de Doctor Honoris Causa. En 2008, al frente de un grupo de artistas y escritores cubanos recorrió 16 prisiones, actuando ante más de 40,000 reclusos.

En 2010, luego de 30 años de exclusión, puede volver a los Estados Unidos y realiza un memorable recorrido. Poco después hace un concierto en las calles de Medellín (Colombia), otro en Ciudad Juárez, y recibe el doctorado Honoris Causa de la Universidad Veracruzana, con sede en Xalapa, México.
Desde finales de 2010 encabeza un grupo de músicos, escritores y artistas que hacen una extensa gira por los barrios más necesitados de la ciudad de La Habana.