El renombrado escritor e historiador Osvaldo Bayer propuso
trasladarlo a la estancia de la familia del prócer, “para que lo vean
los domingos a la mañana”.
El historiador Osvaldo Bayer dio una conferencia en la Feria del
Libro sobre su Historia de la crueldad argentina, con la que repudió la
Campaña del Desierto de 1879.
El fin último de la obra es “dar a conocer documentación para que se
sepa cómo ha sido realmente la política indígena en los últimos 150
años”, indicó la antropóloga Diana Lenton frente a la sala José
Villafañe, que hizo todo el espacio que pudo a los 150 asistentes.
Osvaldo Bayer y algunos integrantes de CTERA (Confederación de
trabajadores de la educación de la República Argentina) se acomodaron al
frente para hablar de Historia de la crueldad argentina.
“¿Qué nos pasa a los argentinos? ¿Porqué tenemos esta historia?”, se
preguntó un Bayer que eligió hitos del siglo XIX para estructurar la
primera parte de su relato. Así, pasó por la Asamblea del año 1813 para
converger en Bernardino Rivadavia y la contratación del Coronel Rauch
“para exterminar a los indios ranqueles”. Para darle peso y dimensión al
asunto, Bayer citó algunos de sus comunicados: “Hoy, para ahorrar
balas, hemos degollado a 27 ranqueles”.
“¿Dónde está la civilización europea?”, mordió otra pregunta
retórica. “Los ranqueles son anarquistas”, citó otro mensaje de Rauch y
parodió el adelanto del coronel en una época en la que no habían llegado
aún los grandes pensadores del socialismo.
El autor de La Patagonia Rebelde también mencionó la Influencia de la
Sociedad Rural Argentina, fundada en 1866 por el bisabuelo del
exministro y procesado Martínez de Hoz, en la eliminación de los pueblos
originarios: “Lo que nunca se nos dijo es que la Sociedad Rural ayudó
financieramente a la campaña del desierto. Terminada la conquista se
entregaron 40 millones de hectáreas a 1837 estancieros socios en un gran
negociado”.
Bayer siguió con la mención de una descendencia que calificó “fiel a
su destino”: “El primer Martínez de Hoz que llegó a la Argentina fue
traficante de esclavos. El segundo Martínez de Hoz votó a favor de
España en las actas del 22 de Mayo de 1810 y en contra del proyecto de
libertad”.
Julio Argentino Roca fue otro personaje sobre el que recaló el autor.
A través de su figura desanduvo la conquista del desierto de 1879;
recorrió la historia de una forma reveladora. Marcó a Roca como el
restablecedor de la esclavitud; recordó que se dirigía a los pueblos
originarios como “salvajes y bárbaros”.
También recuperó la causa que
promueve hace tiempo: el retiro del monumento a Roca, ubicado a 90
metros del Cabildo sobre la llamada Diagonal Sur, para emplazar un
monumento a la “mujer de los pueblos originarios”.
El historiador propuso, en cambio, trasladar la estatua a la estancia
de los bisnietos de Roca, para que "cuando ellos abren la ventana al
levantarse el domingo vean a su benefactor".
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