Doce años de una idea que alcanzó proyección internacional.
Las obras convocan a reflexionar sobre la desaparición de personas y las
apropiaciones de niños.
Despierta! ¡No es verdad!”, es la
primera frase que escucha Chantal al salir del sueño en el que había
olvidado su pasado y, en consecuencia, perdido su identidad. Tal como en
L’identité, la novela del checoslovaco Milan Kundera, Teatro por la
Identidad constituye un grito, un llamado a despertar del olvido y la
negación para encontrarse con la verdad. El ciclo, que se presentó el
jueves 16 y pone en escena sus primeras obras el viernes 17 en el Teatro
Nacional Cervantes, cumple doce años de labor ininterrumpida en los que
ha crecido exponencialmente: no sólo se replica en once ciudades del
país sino que se instaló en Londres, Barcelona, Madrid, Cataluña,
Italia, Francia y Venezuela.
Es que encontrar la propia identidad, ese
conjunto de rasgos y características que nos definen, esa conciencia de
nosotros mismos, tan relacionados y entramados con nuestro pasado –y
ayudar a que otros la encuentren–, es una tarea que afecta a todo el
mundo.
“En estos doce años hemos sido un semillero, de dramaturgos que
estrenaron su primera obra, de actores que subieron al escenario por
primera vez, por ejemplo, o de aquellos consagrados que hoy tienen la
posibilidad de montar su obra en la sala María Guerrero del Teatro
Nacional Cervantes”, comentó Cristina Fridman, actriz, integrante de la
comisión directiva y una de las productoras del ciclo.
Más allá de lo
artístico, el ciclo también ha sido un semillero de verdades encontradas
con esfuerzo y dolor, ya que muchas de sus obras se basan en la
historia de los nietos recuperados por Abuelas de Plaza de Mayo, o en
testimonios de hijos de desaparecidos.
“La premisa ha sido, y es, concientizar sobre la apropiación de niños
por la última dictadura militar: chicos arrebatados a sus padres
desaparecidos, secuestrados o asesinados que hoy viven con la identidad
falseada”, señaló Fridman, quien no se privó de mostrar su alegría por
haberse visto obligados a ampliar esta edición que, inicialmente,
pensaron para ocho salas.
El ciclo se divide en dos etapas: la inicial,
durante agosto, se concreta en un único teatro, este año el Cervantes, y
la segunda, durante septiembre, se realiza en diversas salas de la
ciudad de Buenos Aires. “Se presentaron tantas obras y tan buenas, que
debimos ampliarnos a trece teatros en la segunda etapa, donde
presentaremos 22 obras”, detalla Fridman (ver recuadro).
Teatro por la Identidad es un movimiento teatral de actores,
dramaturgos, directores, coreógrafos, técnicos y productores que
decidieron, en 2000, comprometerse con la búsqueda de las Abuelas y
colaborar, desde sus habilidades, al encuentro de los 400 nietos que aún
viven una identidad ajena.
Fridman contó que “este año, además, se incorporan un grupo de clowns
con Bla, bla!! y dos grupos más en Impro por la Identidad”, movida que
impulsaron Mosquito Sancinetto y Oski Guzmán con técnicas de
improvisación. Y durante la etapa de septiembre, el ciclo contará con la
obra Islas de la memoria como invitada, ya que, sostuvo la actriz,
“queremos que Malvinas esté presente, porque tiene que ver con nuestra
identidad”.
Del mismo modo, estará presente Los poetas de Mascaró, un
espectáculo de poesía y homenaje a los poetas que integraron el grupo
que llevaba ese nombre y a Haroldo Conti.
El jueves pasado por la noche, el Cervantes se vistió de fiesta para
abrir el ciclo; allí estuvieron el director del teatro, Rubens W.
Correa; el subdirector, Claudio Gallardou, Georgina Barbarossa y Los
Amados, quienes se ocuparon de la conducción, y Ana María Picchio, Paola
Krum, Sebastián Estevanez, Nicolás Riera, Calu Rivero, Nancy Dupláa,
entre decenas de otros artistas y representantes de la cultura que
apoyan esta iniciativa cultural desde sus inicios.
En 2000, cuando arrancó Teatro por la Identidad, las Abuelas habían
recuperado cerca de 70 nietos. En estos doce años se produjo el
reencuentro con otros 36. Algunas de esas historias se tejieron a partir
de las reflexiones que dispara el ciclo. Quedan otros 400 por
encontrar, y como dicen las Abuelas, “vamos por todos”
Grupo de Teatro Por La Identidad |
No hay comentarios:
Publicar un comentario