jueves, 15 de septiembre de 2011

Gotan Project: "Como el tango, somos una mezcla de influencias"

 
Entrevista. Eduardo Makaroff, de Gotan Project.  El argentino del trío habla de cómo creó el “electro-tango” hace más de una década. El grupo, que completan un francés y un suizo, toca hoy en el Gran Rex.
En cuanto alguien entiende que la música es “la fuerza sanadora del universo”, se calza los hábitos. En el caso del argentino Eduardo Makaroff, uno de los tres Gotan Project de paso por Buenos Aires, el funyi vendría a ser una manera de explicar su rotundo antiposmodernismo. Uno viene para hablarle de la cripta del tango electrónico y él parece decirte: Hoy que se puede vivir una sexualidad libre, pibe, hoy que existe el sushi de lomo, los maridajes sólo son una forma del ocio.
A otra cosa mariposa.
“Hay mucha gente haciendo tango. En una época apenas estaba el Tata Cedrón, que me enseño a tocar la guitarra, estaba Eladia Blázquez, pero era muy reducido el número de artistas que hicieran cosas nuevas por el tango. Entonces, lógicamente, el tango empezó a ser una revisión del repertorio creado por Troilo, Pugliese, y cantado por Rivero, por Goyeneche, y efectivamente, si el tango se reduce a cantar de nuevo La última curda o Malena , se vuelve un poco limitado. Lo que Gotan Projet hizo fue llevar el tango a la pista de baile para un encuentro con lo que se dio en llamar música electrónica, pero que en ese entonces -diez años atrás- no se llamaba de esa manera. Las nuevas tecnologías, los ordenadores, los samplers, abrieron nuevos campos y de esa manera surgió otra forma de música”. 

Después, Makaroff multiplica la información como para que no queden dudas del fenómeno. “Acá yo cantaba en Edu y el Pollo, que eran un par de flacos haciendo rock. Pasaron muchos años y puedo decirte que nunca fui tan famoso... Hay que militar por la creación. Creo que no hay otra manera. A partir de Gotan pude crear un sello que tiene base en París y se llama Mañana . Ahí saco discos de Daniel Melingo, que es un creador, uno de los tipos que compone tango; de Juan Carlos Cáceres, que es un músico que retoma la murga y me enseñó a entender los orígenes negros del tango... Me gusta escuchar por internet Radio Caff, un proyecto de los chicos de La Fernández Fierro. Me sirve para entender que cada vez son más los jóvenes músicos que se hartaron del pop y del rock y sus demasiadas vueltas sobre sí mismo, y que encontraron en el tango un lenguaje para decir un montón de cosas”.

Vivís en París. ¿Allí el tango tiene batea propia?
 Desgraciadamente no. Está en la de la de world music .
Un fracaso.
No logró el status del jazz, por ejemplo, que en Francia tiene su propia batea. Quizás el jazz tenga más potencia porque los franceses cuentan con su propia escuela de jazz. Pero lo del tango es así en París, donde vivo, y en el resto de Europa. Piazzolla sí tiene su batea propia. Pero el tango, no. Bateas de tango solo, yo no vi nunca. A mí lo de world music , ese apelativo, no me gusta...

Si el tango entra en esa categoría cabe pensar que hay una mirada un poco perezosa, ¿no creés? Y... el centro del mundo no está en Buenos Aires. Cuando más lejos vivís, más cuenta te das. De todos modos, la dominación cultural no va en contra de la calidad de los artistas. Eso también lo aprendés viviendo afuera.

El electrotango tiene entre sus precursores a Gotan Project y a Bajofondo. ¿Estaría bien afirmar esto? Fijate en la fecha de lanzamiento de los discos. Pero prefiero no entrar en la polémica.
No sabía que hubiera polémica.
Sin falsa modestia, pienso que nosotros hemos colaborado de manera muy importante. Empezamos a hacerlo y tuvimos un éxito de puta madre. Para mí, el arte no es una competición entre los artistas. Además somos colegas. Soy amigo de Gustavo Santaolalla (Bajofondo) y todos creamos belleza. Es música esto, no es un deporte. Para mí está bien que existan ellos y sería choto si te dijera que siguen la misma línea que iniciamos nosotros. Una tontería total. Nosotros hicimos tres discos, tenemos un sonido distintivo como Gotan Project, y Bajofondo y los demás tienen su manera de aportar. Volviendo al tema que me interesa: modernizar con el tango electrónico no es la única manera.
¿Decís que no sólo se trata de hacer tango con máquinas? Se trata de componer bien y de usar el lenguaje del tango. Si querés, arrimándolo a nuevas estéticas o arrimándolo al jazz o la música clásica contemporánea... ¡Hay un grupo buenísimo que se llama Falopa! ¿Lo escuchaste? ¿En París? ¡No! ¡Acá! Es un grupo buenísimo, Escuché tres o cuatro temas en Youtube. Es un una tango milonga con guitarra que suena de reputísima madre.

Ahora, Edu, hay que ir al momento exacto en que te diste cuenta de que el sampler y el bandoneón se iban a llevar bien. Concentrate: pensá que sos como el creador de Facebook o el de la caipirinha con maracuyá. “Me gusta la metáfora del bandoneón como fruta exótica. Efectivamente, la novedad es el sonido, pero no es el sampler del bandoneón. Es el bandoneón tratado con efectos. El secreto de cocina consiste en armar una orquestita de tango de verdad y componer encima. Esos son los experimentos que hicimos como productores. Y así fui golpeando puertas. Un productor y otro y yo les decía: puedo hacer miloga dance. Volviendo a lo de la fruta exótica, nos dimos cuenta, casi sin querer, que para esto era fundamental la influencia del dub y la música jamaiquina. Y en un momento, ¡faf!, prendió la mayonesa. El tango es la resultante de un encuentro multicultural y en el último disco empezamos con un blues que tiene un riff tanguero, pero es un riff de brasses. El tango en sí es una mezcla de influencias, y Gotan Project, también.
 
 

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