Las Abuelas
de Plaza de Mayo celebraron que el comité del Premio Nobel de la Paz
haya aceptado nuevamente su candidatura al galardón. “Siempre será una
satisfacción el sólo hecho de ser aceptadas, ya que lo consideramos un
homenaje y un reconocimiento a nuestro trabajo. Ahora queda la
expectativa”, concluyó la presidenta de la entidad de derechos humanos,
Estela de Carlotto.
El senador Daniel Filmus (FPV), impulsor de la
iniciativa, confirmó que el jueves supo, desde Noruega, que por quinto
año consecutivo el organismo participaría de la selección entre
alrededor de otras 200 propuestas y opinó que si bien “ahora hay que
trabajar para que la candidatura se convierta en el premio, lo
importante es utilizar esta oportunidad para difundir lo que hacen las
Abuelas y para seguir recuperando nietos”. La definición se conocerá en
octubre y la ceremonia de premiación en diciembre, en la capital de ese
país europeo, Oslo.
“Creemos que el camino que Abuelas de Plaza de Mayo recorrió hasta
hoy es lo fundamental a la hora de pensar en su candidatura al Premio
Nobel de la Paz”, mencionó el senador antes de explicar que lo que
resta, de aquí al momento de la definición del ganador, es “difundir más
y más, mostrar, explicar y compartir el trabajo de ellas y del gobierno
argentino de colocar a los derechos humanos como política de Estado
central”.
Es la quinta vez que el comité encargado de recibir candidaturas
para el galardón más importante a nivel mundial acepta la propuesta de
Abuelas de Plaza de Mayo, presentada siempre por Filmus. “Siempre nos
dijeron que nunca se recibe el premio la primera vez, pero de todas
maneras somos pacientes. El mayor premio que nosotras podemos recibir es
el encuentro de un nieto”, sostuvo Carlotto.
Filmus explicó que entre los fundamentos más importantes que
sostuvieron la candidatura de Abuelas de Plaza de Mayo al Premio Nobel
de la Paz figura “la lucha que siempre desarrollaron por recuperar a los
nietos” apropiados por genocidas durante la última dictadura militar
argentina, que “además llegó al ámbito internacional, ya que su trabajo
originó la incorporación en el ámbito legal mundial del derecho a la
identidad, que no existía como tal”. En ese sentido, recordó que en 2011
la organización recibió el Premio Fomento de la Paz Félix
Houphouét-Boigny de la Organización de Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), destinado a rendir homenaje
a quienes “han contribuido a fomentar, buscar, salvaguardar o mantener
la paz”.
Para Carlotto, el aporte que ella y sus compañeras de militancia
hicieron a la paz mundial tiene que ver con la manera en la que
sostuvieron su búsqueda: “Nos miran con mucho afecto y respeto porque
nuestra tarea es no violenta, es consecuente, permanente, tenaz, pero
nunca agresiva. Está hecha en base al amor que tenemos por nuestros
hijos y nietos, sin odios ni rencores ni revanchas”.
Por último, la presidenta de la entidad coincidió con Filmus en el
hecho de que el reconocimiento mundial serviría para darle visibilidad a
su trabajo, ya que “es importante que conozcan a Abuelas cada vez en
más puntos del planeta, entiendan lo que pasó en Argentina, nuestra
lucha y podamos transmitirla”. En ese sentido, el impulsor de la
candidatura concluyó que la premiación contribuiría al “reconocimiento
mundial” con el que Argentina cuenta en materia de derechos humanos:
“Somos un ejemplo de que es posible que, tras el horror más profundo,
haya justicia y no venganza. Acá fueron juzgados los culpables de los
crímenes de lesa humanidad cometidos hace más de 30 años por tribunales
ordinarios. Eso es un signo distintivo de Argentina que la premiación de
Abuelas vendría a reafirmar”.
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