Brrr… Ya ha llegado la estación invernal
y junto con ella llegan la calma, la quietud, y el frío nos obliga a
recogernos tempranito buscando la tibieza del hogar. Las bajas
temperaturas hacen que nos quedemos en casita calentitos
sin querer movernos del lado de la estufa. Todo se hace más lento. Nos
invade la pereza y preferimos dormir o descansar, almacenando calor y
energías. El Agua se manifiesta en todas sus formas: Llueve, nieva, hiela, hay niebla o humedad… Poco a poco vamos teniendo menos horas de luz solar y los días son más cortos.
El invierno, mirado desde todas las culturas, posee características muy lunares, ya que la mayor oscuridad nos lleva a bucear en las profundidades del ser, en nuestro mundo interior, en el mar de nuestras emociones... Le tememos a realizar estas acciones ya sea porque las desconocemos o porque no queremos encontrarnos de frente con nuestro niño interior que en este tiempo clama por atención. Nos evadimos de estas situaciones y por eso preferimos dormir, leer o mirar mucha televisión y así evitarmos pensar… Quisiéramos poder hibernar…
Nos sentimos desnudos, despojados de nuestro follaje protector y no queremos hacerle frente a nuestra soledad. Nos deprimimos, nos encerramos para que nadie nos vea y también nos contagiamos algún catarro para así tener la excusa para estar más tiempo a solas y que no vean nuestras ramas desnudas y conozcan nuestra vulnerabilidad… Es mejor enfrentarnos con aquello que somos para así poder florecer luego con mayor fortaleza y libertad
Los colores Negro y Azul Marino pertenece a la estación invernal y hacen referencia a la mayor oscuridad que nos invade y a la necesidad de concentrar las energías hacia el Interior: La naturaleza es muy sabia y en estos momentos se ha despojado de todo lo externo (hojas, flores), mientras que la savia, la energía vital sigue corriendo en su interior y en las profundidades de la tierra (raíces y semillas) para nutrirse y fortalecerse…Somos la semilla que se prepara para la próxima germinación.
Se fue el otoño que nos permitió soltar todo aquellos que se había secado en nuestras vidas… Como hojas secas mecidas por el viento cayeron algunas relaciones que debían morir mezclándose con la tierra para formar el abono necesario para que nuevas semillas puedan volver a germinar y luego florecer.
Así es la vida… Todo tiene su ciclo y es bueno ir soltando y dejando atrás algunas hojitas para dar paso a lo nuevo… Dormiremos como semillas y en 3 meses más estaremos brotando, mirando de cara al sol… Renaceremos nuevamente como hacemos en cada primavera… Mientras tanto ¡¡¡BIENVENIDO SEÑOR INVIERNO!!! Y no me de la mano porque la tiene muy helada… Brrrrrrr…
El invierno, mirado desde todas las culturas, posee características muy lunares, ya que la mayor oscuridad nos lleva a bucear en las profundidades del ser, en nuestro mundo interior, en el mar de nuestras emociones... Le tememos a realizar estas acciones ya sea porque las desconocemos o porque no queremos encontrarnos de frente con nuestro niño interior que en este tiempo clama por atención. Nos evadimos de estas situaciones y por eso preferimos dormir, leer o mirar mucha televisión y así evitarmos pensar… Quisiéramos poder hibernar…
Nos sentimos desnudos, despojados de nuestro follaje protector y no queremos hacerle frente a nuestra soledad. Nos deprimimos, nos encerramos para que nadie nos vea y también nos contagiamos algún catarro para así tener la excusa para estar más tiempo a solas y que no vean nuestras ramas desnudas y conozcan nuestra vulnerabilidad… Es mejor enfrentarnos con aquello que somos para así poder florecer luego con mayor fortaleza y libertad
Los colores Negro y Azul Marino pertenece a la estación invernal y hacen referencia a la mayor oscuridad que nos invade y a la necesidad de concentrar las energías hacia el Interior: La naturaleza es muy sabia y en estos momentos se ha despojado de todo lo externo (hojas, flores), mientras que la savia, la energía vital sigue corriendo en su interior y en las profundidades de la tierra (raíces y semillas) para nutrirse y fortalecerse…Somos la semilla que se prepara para la próxima germinación.
Se fue el otoño que nos permitió soltar todo aquellos que se había secado en nuestras vidas… Como hojas secas mecidas por el viento cayeron algunas relaciones que debían morir mezclándose con la tierra para formar el abono necesario para que nuevas semillas puedan volver a germinar y luego florecer.
Así es la vida… Todo tiene su ciclo y es bueno ir soltando y dejando atrás algunas hojitas para dar paso a lo nuevo… Dormiremos como semillas y en 3 meses más estaremos brotando, mirando de cara al sol… Renaceremos nuevamente como hacemos en cada primavera… Mientras tanto ¡¡¡BIENVENIDO SEÑOR INVIERNO!!! Y no me de la mano porque la tiene muy helada… Brrrrrrr…
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