El 24 de julio de 1783 nacía en Caracas
Simón Bolívar, padre de la independencia Suramericana y pionero de la
integración regional junto a José de San Martín.
Argentina, por Ley, declaró el 24 de julio como el “Día Nacional de la Integración de América Latina” resolución dictada por La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) en 1993.
Argentina, por Ley, declaró el 24 de julio como el “Día Nacional de la Integración de América Latina” resolución dictada por La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) en 1993.
Simón Bolívar fue un
prócer venezolano que luchó para liberar a los pueblos americanos de la
dominación extranjera. Su sueño era verlos unidos en una sola patria.
Compartimos algunos fragmentos que figuran en el acta de ALADI que trata esta celebración:
“... no debería estar muy lejano el sueño colectivo de que algún día todos seremos hermanos de una sola América unida e integrada más aun siendo parte de una misma tierra y de una misma patria”.
“En este Día llamado de la Integración, debemos asumir el compromiso solemne de alcanzar esa Patria Común, con la que soñó Simón Bolívar.”
Compartimos algunos fragmentos que figuran en el acta de ALADI que trata esta celebración:
“... no debería estar muy lejano el sueño colectivo de que algún día todos seremos hermanos de una sola América unida e integrada más aun siendo parte de una misma tierra y de una misma patria”.
“En este Día llamado de la Integración, debemos asumir el compromiso solemne de alcanzar esa Patria Común, con la que soñó Simón Bolívar.”
Su ideario de lucha contra la desintegración de los pueblos sigue vigente
en la mente de muchos de nosotros, por sobre, incluso, el llamado
"desencanto posmoderno". ¿Qué hay en esta propuesta que la hace
sobrevivir al paso de los años? ¿Cuáles son los rasgos más sobresalientes de
esta utopía?
En Bolívar, la integración constituye una meta que hace posible sentar las
bases de un sistema de diálogo y de cohesión permanente entre los pueblos de
este continente. Como él mismo dice: "Es una idea grandiosa pretender
formar de todo el Mundo Nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus
partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas
costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno
que confederase los diversos Estados que hayan de formarse; más, no es posible,
porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres
desemejantes dividen a la América(...). Esta especie de corporación podrá tener
lugar en alguna época dichosa de nuestra regeneración". Se trata, en
la óptica bolivariana, de una utopía de difícil realización, pero no de un
sueño inviable o imposible.
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos
pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que
sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.
Eduardo Galeano
No hay comentarios:
Publicar un comentario