El bailaor cordobés se enfrenta al reto sin miedo, interpretando la música
con su baile, con elegancia y sentimiento, afronta el
mestizaje, la fusión y la mezcla abriendo, una vez más, el abanico
de referentes.
Su baile es un homenaje a la raza y a la cultura gitana, un
singular e inigualable caleidoscopio de sonidos y movimientos, con una irrenunciable
vocación de futuro y de modernidad.
El nexo de unión del espectáculo es el
sentir gitano dejando un reguero de ovaciones
por los escenarios de medio mundo.
"Soy
anticrítica, no hay que bailar para la crítica sino
para la gente y para ti mismo
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