Dos sillas, instrumentos en un escenario al fondo, luces suaves. Lo
único que se escucha por ahora en el estudio del Portugués Da Silva es
la charla tranquila entre dos hombres. Hablan de música. Más tarde
llegará la grabación, el momento de tocar.
Hace cinco años que Lalo Mir
hace "Encuentro en el estudio", en Canal Encuentro, un ciclo de
entrevistas íntimas que buscan el secreto, la complicidad, la
sensibilidad detrás de la creación. Mientras tanto, comanda la segunda
mañana de La 100, después de Petinatto, en medio de risotadas, juegos,
oyentes, ruido.
El locutor, vinculado, a lo largo de su carrera, a la
radio y a la cultura por igual, transita en dos mundos con la misma
naturalidad.
"El programa es de ellos, los músicos. Se dio así, se ven
representados", intenta explicar el locutor el porqué se entregan a la
charla profunda sus invitados. Por ese lugar pasaron Divididos, Liliana
Herrero, Santaolalla, Las Pelotas, Vicentico, el Chango Spasiuk. Muchos
de ellos, incluso, no suelen dar notas. "Hablamos de cosas que les
importan. Quizá fueron a programas de colegas que no les prestaban
atención, porque son de otro círculo. Como en todos lados, el arte
también es medio sectario. Pero acá hay una simpatía general, supongo
que tiene que ver también con la calidad del producto", cuenta. Cuando
se cruza en algún backstage, una nota, un pasillo a algún artista que
aún no se sentó junto a él, pregunta cuándo le tocará.
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